Esta semana Lamarcus Aldridge acordó su extensión de contrato con los San Antonio Spurs con un movimiento que sorprendió a muchos ya que el jugador no estaba de todo contento con la franquicia. Sin embargo, el destino del jugador pudo haber cambiado en el verano ya que estuvo para ser una moneda de cambio por Kyrie Irving.

En los días que el ahora jugador de los Boston Celtics buscaba una salida de los Cleveland Cavaliers, la figura de Aldridge surgió como posible elemento para que los Spurs lograran un traspaso por el base. El ala-pivot había demostrado su descontento con ciertos aspectos con San Antonio, en el draft como en las semanas siguientes, Aldridge apareció como potencial pieza para una operación que le habría enviado a Cleveland por Irving.

Danny Green aseguro que Lamarcus se siente cómodo y en casa, por eso está bien. Está jugando buen baloncesto y está en buena forma. Para zanjar cualquier rumor que haga incomodar a cualquiera del vestuario sobre ese posible traspaso que ya está en el pasado.

Aldridge y San Antonio acordaron una extensión de tres temporadas y 72.3 millones de dólares, enterraron cualquier tipo de desacuerdo y asentaron un futuro juntos que celebraron en el primer partido de la temporada ante los Minnesota Timberwolves.