ATLANTA — Ronald Acuña Jr. estará en la alineación de los Bravos este fin de semana.
De hecho, todo indica que será activado antes de que Atlanta inicie su serie de tres juegos contra San Diego este viernes.
Acuña fue retirado de la alineación del Gwinnett de Triple-A antes del partido del jueves en Louisville. Esto le da tiempo para viajar a Atlanta y hacer todos los preparativos necesarios para el compromiso del viernes por la noche en Truist Park.
El lunes se cumple un año de que Acuña se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda.
Durante todo este proceso de rehabilitación, el venezolano ha entendido el valor de tener paciencia. Hace apenas tres años, volvió a jugar menos de 10 meses después de haberse desgarrado el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha y lidió con molestias persistentes el resto de esa temporada del 2022.
Acuña respondió a esa frustrante experiencia produciendo una histórica temporada 40-70 y ganando el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en 2023 de manera unánime.
Puede que ya no corra tan frecuentemente como antes. Eso les ocurre a muchos jugadores de 27 años, incluso a aquellos que no han pasado por cirugías importantes en ambas rodillas. Pero si tomamos en cuenta solo su poder al bate y la potencia de su brazo, aún tiene el potencial para ser un jugador de élite durante muchos años.
¿Cómo impactará de inmediato su regreso a los Bravos?
Por primera vez en un año completo, los Bravos tendrán un auténtico primer bate
Acuña tiene una línea ofensiva de .293/.384/.533 como primer bate en su carrera. ¿Eso es bueno? Bueno, entre todos los jugadores en la historia de las Grandes Ligas con al menos 2,000 apariciones al plato como primer bate, él es el único que lo ha hecho con un porcentaje de embasarse superior a .380 y un slugging por encima de .530.
Incluso si bajamos los parámetros a un OBP de .350 y un SLG de .500, solo Mookie Betts y Charlie Blackmon se unen a Acuña en ese selecto grupo.
Hasta el jueves, los Bravos habían tenido una línea de .236/.276/.325 desde el puesto de primer bate durante la ausencia de Acuña.
Así que uno de los equipos menos productivos desde el primer turno será reforzado por uno de los mejores primeros bates de todos los tiempos. Eso tendrá un impacto considerable, especialmente considerando que también debería fortalecer la producción de Austin Riley, Marcell Ozuna y Matt Olson.
Defena en los jardines
Hay muchos cuerpos de lanzadores que estarían encantados de tener a Eli White en el jardín izquierdo, a Michael Harris II en el central y a Acuña en el derecho. Alex Verdugo ayudó a cubrir la ausencia de Jurickson Profartras recibir una suspensión de 80 juegos por uso de sustancias prohibidas. Pero con White siendo superior tanto ofensiva como defensivamente, lo más probable es que Verdugo quede como opción emergente zurdo desde el banco.
Cuando Profar regrese, los Bravos evaluarán su profundidad en los jardines, teniendo en cuenta que Profar no podrá participar en la postemporada.
Más poder
Voy a aprovechar este espacio para hacer una predicción atrevida: Acuña conectará 25 jonrones jugando básicamente solo cuatro meses esta temporada. Ha estado pegando batazos descomunales en las prácticas de bateo desde el inicio del entrenamiento primaveral, y ha ganado fuerza a lo largo del proceso de recuperación.
También hizo miles de swings mientras esperaba autorización médica para correr y hacer movimientos de corte. No creo que le tome mucho tiempo volver a parecerse al Acuña del 2023, al menos en cuanto a poder se refiere.
