La primera disfunción en el encaje del ala-pívot novato Zion Williamson dentro del sistema de ataque de los Pelicans de Nueva Orleans se dio la pasada noche en el Toyota Center donde la nueva sensación de la liga, aunque logró un doble-doble, no pudo evitar la derrota de su equipo (107-119) ante los Rockets de Houston.
Williamson, número uno en el pasado sorteo universitario, que jugó 33 minutos y aportó 21 puntos, 10 rebotes, una asistencia y un tapón con tres pérdidas de balón, no se mostró contrariado ni criticó a los compañeros por no haber recibido más balones en el cuarto periodo cuando los Rockets decidieron el partido a su favor con el escolta James Harden como líder encestador.
“Confío en mis compañeros de equipo”, declaró Williamson, de 19 años, al concluir el partido. “Sintieron que lo que hicieron fue la jugada correcta y no les culpo por nada de lo que hicieron”.
Sin embargo, el entrenador de los Pelicans, Alvin Gentry, admitió que no estaba contento por no haberles pasado el balón a Williamson durante largos periodos en el último cuarto.
“Zion no puede pasar cuatro minutos sin tocar la pelota y eso depende de mí”, valoró Gentry. “Eso es algo que debo asegurarme de que nunca más vuelva a suceder”.
Gentry rechazó por completo la justificación de que tal vez el equipo no estuviese acostumbrado a jugar con Williamson que apenas lleva disputados seis partidos, tras haberse recuperado de una lesión en la rodilla derecha.
“Eso no tiene ningún sentido, porque si está en el campo es porque queremos que juegue y además puede hacerlo, de lo contrario no permitiría que se diese esa situación”, subrayó Gentry.
Williamson, que no quiso entrar en más valoración sobre el asunto, sí opinó sobre las tres pérdidas de balón.
“Las pérdidas de balón definitivamente fueron una parte importante”, explicó Williamson. “Tampoco pienso que fuesen los Rockets los que nos forzasen a esas pérdidas, más bien se trató de fallos nuestros”.
Fuente: EFE
