Luego de un arranque algo irregular y con la suerte en su contra, Juan Soto parece haber encontrado finalmente su ritmo con los Mets de Nueva York. El estelar jardinero dominicano ha comenzado a encender su bate y a dejar atrás la mala racha que lo acompañó en el primer tramo de la temporada.
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Aunque su promedio general aún se mantiene discreto en .233, viene en ascenso. En sus últimos cinco compromisos, el quisqueyano ha lucido más como el Soto que todos conocen: ese bateador temido y consistente.
Durante ese lapso, su línea ofensiva ha sido simplemente descomunal: .400 de average, .526 de porcentaje de embasado y un impresionante 1.133 de slugging. Además, ha conectado 2 dobles, 3 cuadrangulares, ha anotado 5 carreras y remolcado otras 5… y todo esto sin recibir ni un solo ponche. Un indicio claro de su buen momento en el plato.
Lo más curioso es que, según el analista Ryan Spaeder, Soto venía haciendo todo bien desde antes. Hasta el 28 de mayo, ya había conectado 51 pelotas con fuerza de 95 millas por hora o más… que terminaron siendo outs. Con un poco más de suerte, su promedio hubiera sido de .387 y su slugging de .784, cifras que contrastaban fuertemente con el .224 y .393 que mostraba en ese momento.
Ahora, con la tendencia jugando a su favor y los batazos cayendo donde deben, todo indica que Soto está listo para demostrar por qué es uno de los bates más temidos del béisbol. Y los Mets, sin duda, lo necesitan más que nunca.