Los cuatro equipos australianos del Super Rugby podrían retomar la competición a principios de julio cuando se suavicen las restricciones ligadas al coronavirus, indicaron las instancias dirigentes.
La Sanzaar, que organiza la competición, había suspendido los partidos a mediados de marzo, tras el cierre de las fronteras, debido a la pandemia de la enfermedad del COVID-19.
Según el sitio internet oficial rugby.com.au, dos escenarios fueron establecidos: el primero sería sobre un campeonato con cinco equipos (los cuatro australianos de Super Rugby, Queensland Reds, NSW Waratahs, ACT Brumbies y Melbourne Rebels, además de Western Force), y el segundo prevé la participación de estos cinco equipos más los japoneses del Sunwolves.
Todos los equipos deberían estar completos de aquí al 8 de junio, y la competición podría reanudarse cuatro semanas más tarde.
«El sorteo que nos planteamos es con una competición de doce semanas» con «diez semanas de partidos de temporada regular y en función del número de equipos», declaró un responsable deportivo de la federación, Ben Whitaker.
La federación neozelandesa de rugby indicó el lunes que el campeonato organizado en lugar del Super Rugby comenzaría el 13 de junio.
El Western Force, de la ciudad de Perth (oeste de Australia), había sido excluido del Super Rugby, el campeonato de las provincias del Hemisferio Sur, al final de la temporada 2017.
El equipo de Perth participa ahora en el campeonato nacional de rugby y en una competición de rugby rápido, lanzado en 2019 en la zona Asia-Pacífico por el magnate minero australiano Andrew Forrest.
El equipo japonés de los Sunwolves, que representa a Tokio, desaparecerá del Super Rugby al término de la temporada 2020. Sus malas actuaciones frente al costo importante de su participación están en el origen de esta decisión.
Mientras que hacer participar a Western Force en una competición nacional sería relativamente simple, el caso de Sunwolves encontraría más dificultades, debido al cierre de fronteras.
Fuente: AFP
