Con 41 años de edad y 4 operaciones en la espalda, la última en abril, cuatro en la rodilla izquierda y 10 meses fuera de acción de la máxima competición, Tiger Woods vuelve la próxima semana en el Hero World Challenge. El mundo del golf tendrá los ojos puestos en las Bahamas para saber si el gigante ganador de 14 majors, el super jugador que en su tiempo amenazaba el record de 18 majors de Jack Nicklaus para saber si podrá volver a ser competitivo.

Tiger vuelve sin muchas pretensiones en el torneo. En un torneo de la PGA, pero que garantiza su fundación. No sé qué significa lo de estar al cien por cien después de ocho cirugías, pero intentaré acercarme en lo posible a ese número. Voy paso a paso, es un proceso y no tengo prisa. Dijo Woods en la copa de Presidentes.

En ese mismo escenario mostro sus dudas donde aseguro que no sabía si podría volver a la competición y sembraba ante todos los amantes del golf que su retiro estaba muy cerca.

Jason Day, uno de sus mejores amigos y con el que compartió un entrenamiento, dio esperanzas la semana pasada donde aseguro que le han dicho que Woods está en el mejor momento de los últimos tres años. Se despierta sin dolores. Y le ha dicho que es uno de los mejores jugadores que ha existido y que también disfrutar de una vida sana es lo más importante.

Woods no piensa en ganar, algo que no hace desde el 2013 y su último major fue en el 2008. Después vino la caída con su divorcio, su adicción al sexo y este año su arresto por conducir bajo los efectos de algunos medicamentos. En agosto estuvo en el US Open en un partido de Rafael Nadal para buscar inspiración.

Tiger ha jugado un total de 328 torneos  con 79 victorias en la PGA. En el 2016 no disputo ningún torneo y este año solamente 1.