Serena Williams, quien fue una de las grandes protagonistas de la gala anual de la WTA en Londres antes del inicio de Wimbledon, no se ha cortado al denunciar los cinco controles que ha tenido que pasar en esta temporada a pesar de solamente haber jugado en tres torneos como son Indian Wells, Miami y Roland Garros.
La campeona de 23 Grand Slam, de 36 años de edad, regreso en Marzo a la competición después de un año de inactividad debido al nacimiento de su hija. Serena perdió en tercera ronda de Indian Wells ante su hermana mayor Venus, en lo que significaba su regreso.
En Roland Garros tuvo que abandonar por culpa de una lesión antes de sus partidos de octavos de final ante Maria Sharapova por dolores en el pecho que no le permitían sacar. Justo antes del segundo Grand Slam, la ex número uno del mundo, denuncio que había pasado dos controles por sorpresa en una semana.
Lo que ha acabado con la paciencia de Serena ha sido la visita a su casa de un doctor de la USADA, agencia antidopaje de los Estados Unidos. Fue el 14 de Junio en horas de la mañana y la tenista no se encontraba en su casa. Hubiera sido el sexto control del año.
Ante la ausencia de Serena, el medico se negó a irse de la casa hasta el regreso de la tenista, algo que indigno a la menor de las Williams y esto hizo que llamara al presidente de la WTA para mostrar su disconformidad.
