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Dominicanos jugarán su temporada 67 en Grandes Ligas

Dominicanos jugarán su temporada 67 en Grandes Ligas

Santo Domingo, RD. – Todo comenzó en 1956, con el toque de orégano de Osvaldo Virgil, el pionero de los dominicanos en las Grandes Ligas.

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Nombres de peso adornan a los primeros criollos en pisar el entonces desconocido territorio de las Grandes Ligas. Para Felipe Rojas Alou y el luego inmortal Juan Marichal el camino no era solo brutalmente exigente, sino que los años 60 y 70 estaban matizados por un racismo muy marcado.

Como dijese el propio Felipe en una ocasión: “Primero eran los blancos, luego los de color y después los latinos”. Marichal también tiene amargos recuerdos y uno de ellos fue cuando le advirtió a su gran amigo, el boricua Orlando Cepeda, que no saliera al cine porque no lo dejarían entrar a ver la película, y así fue.

Tras un momento de risas se vio en la obligación de consolar al también inmortal nacido en Puerto Rico.

Mateo, campeón de bateo en 1966 con .342 con Pittsburgh, y Jesús completó la trilogía de los hermanos Alou en el negocio. Fue en 1970 con Atlanta, cuando Ricardo Carty logró la corona del mejor bate de la Liga Nacional con un robusto .366 que ningún criollo ha igualado o superado hasta la fecha.

Los primeros premios en Grandes Ligas

Alfredo Griffin en 1979, empate con Jhon Castino, dio al país su primer Novato del Año. El entonces paracorto de Toronto empató con John Castino, de Minnesota. A finales de los 70 y en los 80 entraron al desfile local nombres con el finado Joaquín Andújar, Mario Soto, Pedro Guerrero, Julio Franco, Juan Samuel, José De León y George Bell, el primer Más Valioso del patio en 1987 con Toronto.

El lauro al Novato del Año ha tenido otros ganadores como Raúl Mondesí en 1994 con los Dodgers, Rafael Furcal en 2000 con Atlanta, Albert Pujols con San Luis año siguiente, Ángel Berroa en 2003 con Kansas, Hanleu Ramírez con los Marlins en 2006 y Neftalí Feliz con Texas en 2010.

El boom jonronero

Pero no nos quedamos ahí y en los 90 llegaron cañoneros como Manny Ramírez y Alex Rodríguez, Sammy Sosa, cuyos logros están ahí independientemente del tema del Salón de la Fama, y Pedro Martínez, el grande Manoguayabo con tres Cy Young en su prontuario más 3,000 ponches y una placa en Cooperstown que obtuvo en primera ronda.

Es de los 90 Vladimir Guerrero, también inmortal y el recién electo David Ortiz. Lo mismo que Bartolo Colón, el latino con más triunfos en los registros de las Mayores, es de esa cosecha, al igual que Adrian Beltré, destinado para el nicho de Cooperstown en varios años, lo mismo que Pujols, el dueño de la década del 2,000, quien entra al último tramo de su gloriosa carrera que comenzó y cerrará con los Cardenales.

Bisoños de hoy

Juan Soto, Vladimir Guerrero Jr. y Fernando Tatis Jr. encabezan a una nueva generación que promete grandes cosas y ya exhibe realizaciones importantes.

Wander Franco debutó en la pasada temporada tras ser el prospecto número uno del béisbol, y esta semana debutará Julio Rodríguez con los Marineros de Seattle. El pandero está en buenas manos.

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