Mientras el cuadrangular número 494 de Miguel Cabrera caía en las gradas del jardín derecho-central del Progressive Field, hubo recuerdos de tantos batazos aquí cuando la ofensiva de los Tigres se daba vuelo en este parque.
Cabrera ya tiene los méritos necesarios para ser exaltado al Salón de la Fama, pero mientras el venezolano se acerca a los 500 cuadrangulares y los 3,000 hits en su carrera, el veterano está ayudando a revivir la mentalidad de un equipo que había perdido su tradición ganadora aquí.
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La victoria de Detroit por 7-1 en las primeras horas del jueves, junto al triunfo por 9-4 en el primer partido de la doble tanda a siete actos cada uno la noche del miércoles, representó la primera barrida de los Tigres en una doble-jornada sobre los Indios desde el 7 de agosto de 1986, y su primera barrida de un doble-juego en Cleveland desde el 14 de septiembre de 1977.
También fue un gran mes para Cabrera. Con un par de juegos de dos imparables cada uno en la doble-tanda, el venezolano cerró el mes de junio bateando .329 (de 85-28) con cinco dobles, tres cuadrangulares y 14 carreras empujadas, su primer mes completo con promedio mayor a .300 desde junio del 2019. En el proceso, mejoró su promedio de bateo en la temporada a .240.
Más allá de su historial, los factores detrás de este resurgimiento con el madero nos llevan a pensar que Cabera puede mantener este nivel.
“Está más saludable y retomando poco a poco su ritmo en la caja de bateo”, declaró el piloto de los Tigres, AJ Hinch.
“Está comenzando a mostrar disciplina en su enfoque ofensivo. Incluso con un veterano como él, un bateador que ha logrado tantas hazañas como él, necesita hacer cambios de vez en cuando aquí y allá”.
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“Creo que se está asentando muy bien y creo que sabe lo que está tratando de hacer. Y cuando ejecuta su plan en el plato y sale recompensado con unos pocos de imparables y un jonrón hacia la banda contraria como lo hizo hoy (miércoles), al igual que con cualquier otro jugador, eso le brinda bastante confianza. No me importa cuánto tiempo llevas jugando en esta liga. Necesitas producir para sentirte bien contigo mismo”.
Mientras que los aficionados de Cleveland se burlaban de Cabrera coreando “retírate”, el venezolano dejó que su bate respondiera por él, coronando una doble-jornada de cuatro indiscutibles con un cuadrangular en el quinto episodio frente al relevista Nick Wittgren.
Fue un swing clásico hacia la banda contraria para Cabrera, quien mandó a volar la pelota por todo el bosque central-derecho para su segundo cuadrangular de la serie y su séptimo estacazo de la temporada.
“Es un sueño”, dijo su compañero Eric Haase, quien creció en Michigan viendo a Cabrera atormentar a la Tribu.
“Viéndolo batear hacia la banda contraria, especialmente en Cleveland, ése es el Miggy clásico. Me refiero a que, mientras yo crecía, siempre lo vi castigar a la Tribu con su bate. Sea lo que sea que haya en este parque, creo que ve la bola bastante bien”.
El 494to jonrón de Cabrera rompió un empate con Lou Gehrig y Fred McGriff para que el maracayero se colocara en la 28va posición en la historia de ambas ligas.
Su siguiente hazaña es unirse al club de los 500, una marca que luce casi segura de completarse este mismo año.
Cabrera ha pegado 50 de esos jonrones en Cleveland; solamente el también ex ganador de la Triple Corona de bateo, Carl Yastrzemski (51), tiene más cuadrangulares frente al pitcheo de los Indios en la era de expansión desde 1961.
“Era una pesadilla con el bate cuando yo estaba en Cleveland”, dijo Haase, quien fue elegido en el Draft por Cleveland y jugó con los Indios en el 2018 y el 2019.
“Batear detrás de él y verlo en vivo, a punto de llegar a los 500 jonrones, estamos siendo testigos de algo histórico. Es impresionante ver lo que está logrando”.
Fuente: Las Mayores
