Este martes, Ferrari rindió un emotivo homenaje a Carlos Sainz, quien tras cuatro años en la Scuderia se despide por la puerta grande. Este acto se llevó a cabo en el icónico Circuito de Fiorano, donde el piloto español tuvo la oportunidad de dar una última vuelta al volante de un F1, compartiendo este momento inolvidable con su padre, Carlos Sainz Sr.
Padre e hijo pilotan juntos
Ambos se subieron al Ferrari F1-75, el monoplaza de 2022 que Sainz Jr. utilizó para ganar en Silverstone. Carlos Sr., campeón del Dakar y bicampeón mundial de rallys, fue el primero en tomar el volante, mientras su hijo lo observaba con emoción.
En un gesto divertido, Sainz Jr. decidió unirse y subirse a otro F1-75, asegurando que iba a «ponerse delante de su padre» para demostrar su competitividad familiar.
La jornada estuvo llena de risas y recuerdos. Carlos Sainz Sr., con humor y gratitud, agradeció al equipo por la experiencia, destacando lo feliz que los hizo a él y a su familia. Entre bromas, mencionó: «Nadie de 62 años prueba un Ferrari y vence un Dakar», lo que provocó carcajadas entre los presentes, incluidos los mecánicos y su compañero Leclerc.
Este homenaje fue no solo una celebración de la carrera de Sainz, sino también un reconocimiento a su valiosa contribución al resurgimiento de Ferrari en la Fórmula 1. A pesar de los altibajos en su relación con el equipo, su legado estará marcado por su dedicación y esfuerzo durante su tiempo en Maranello, donde estuvo cerca de conquistar el Mundial de Constructores.
La actividad no solo se limitó a los monoplazas actuales, ya que la familia Sainz también tuvo la oportunidad de rodar en una joya de la historia automovilística: un Ferrari 250 Testa Rossa de los años 50. Este momento nostálgico permitió a ambos pilotos saludar al público, los tifosi, que abarrotaron las gradas con aplausos, reconociendo así el impacto de Sainz en la Scuderia.
Adiós a Ferrari, hola a Williams
Carlos Sainz Jr. cerró su etapa con Ferrari, en la que dejó una huella imborrable, y se prepara para nuevas aventuras en su carrera. Este homenaje quedará grabado en la memoria de la familia Sainz y en el corazón de los seguidores del automovilismo español, como un simbolismo perfecto de un legado duradero. La imagen de padre e hijo rodando juntos en Fiorano es una representación emotiva de la pasión que comparten por el automovilismo y un adiós que celebra los logros alcanzados.
Con este acto, Ferrari no solo celebra a un piloto, sino también la historia y la emoción que el deporte trae a sus seguidores. Ahora, el español se pone a las ordenes de su nuevo equipo, Williams, con quien ya tuvo su primer acercamiento en los test de Abu Dhabi y con quienes espera ser una pieza clave en el resurgir del equipo britanico.
