Por: Miguel Batista
Alguien dijo una vez que: “Cuando el talento alcanza la meta se llama predicción, pero cuando el corazón sobrepasa al talento, entonces suceden los milagros”.
Cuando el manager del equipo de béisbol de la República Checa “Pavel Chadim” fue cuestionado por los reporteros sobre cuales brazos le quedaban disponible para el día 21 de septiembre luego de que su equipo venciera de forma inesperada a sus vecinos de Alemania, este respondió sin pensarlo dos veces “No tenemos brazos, solo corazones”.
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El emocionado dirigente nunca sospechó lo proféticas que serían esas palabras, pues luego de que llamara a su versátil jugador del cuadro interior y relevista de emergencia a su oficina “Martin Schneider” y le diera la noticia de que él era su única opción para ser el lanzador abridor del juego del día siguiente este le contestó “Usted sabe que yo daría la vida por mi país, solo hay un problema, que en mi trabajo solo me dieron permiso hasta mañana y debo regresar lo antes posible o perderé mi empleo en la estación de bomberos”.
Esa era la realidad que enfrentaba este equipo de béisbol de la Republica Checa en las eliminaciones europeas para el Clásico Mundial de Béisbol que habrá de celebrarse en la ciudad de Miami, Florida el próximo marzo del 2023.
El 98.% de los jugadores de la Republica Checa son ciudadanos normales con trabajos de ocho a cinco a excepción de Schneider quien se gana la vida como bombero en el destacamento de JZS JMK BRNO para el cual trabaja en horarios de 24 horas seguidas y recibe 48 horas libres de acuerdo al manual de trabajo que rige su gremio.
“Debido a su trabajo él ha tenido que abandonar el equipo dos veces en esta semana”, comenzó diciéndole el dirigente Pavel Chadim a uno de los reporteros que le preguntaba porque lo había puesto como abridor si Schneider solo había lanzado muy pocas veces ese año como relevista en la liga semiprofesional de su país. “Sí, lo sé”, respondió el dirigente mientras miraba su equipo terminar las prácticas de bateo. “Esos hombres que ves allá fuera sacrifican sus vidas y sus trabajos para estar aquí, nadie pensó que podríamos llegar tan lejos, estoy muy orgulloso de ellos y todo lo que han
logrado”. Fueron sus ultimas palabras mientras se alejaba del terreno de juego.
Bajo una escasa asistencia y un clima sumamente frío en la noche del 21 de septiembre a las 7:05 p. m. (hora alemana) el orgulloso equipo de la República Checa salió al terreno como dueños de casa a enfrentar a quien todos daban desde el comenzó del torneo como favorito. El poderoso equipo español que constaba con 7 jugadores dominicanos y 14 venezolanos quienes ya habían vencido por Knock out al mismo equipo Checo con marcador de 21 a 7 y 15 a 3 al equipo de África del Sur.
Para sorpresa de todos, luego de permitir un imparable del guardabosque central de España y nativo de República Dominicana, “Engel Beltré”, en la primera entrada, un robo de base y un elevado de sacrificio, Schneider dominó la ofensiva española durante 6 1/3 de entradas sin conceder boletos, ponchando a cinco bateadores y dejando a su equipo encima en el marcador con ventaja de 3 a 1 y a su vez logrando la mejor actuación de picheo de todo el torneo.
Al ver su dirigente llegar al montículo y pedirle la pelota luego de alcanzar el límite de envíos permitidos en el evento para los lanzadores abridores (85 lanzamientos), Schneider abandonó el montículo con sus ojos llenos de lágrimas bajo los inmensos gritos de sus compatriotas que le elogiaban desde las graderías luego de cada entrada. El emocionado jugador levantando su gorra se despidió de la pequeña multitud y al ver el grupo de bomberos alemanes que trabajan esa noche en el estadio y que se habían colocado enfrente de la cueva del equipo Checo para hacerle reverencia el bravo jugador, no pudo detener sus lágrimas.
El equipo checo contó con un excelente relevo de 2 2/3 entradas de su segundo lanzador Marek Minarik, quien luego de permitir dos imparables en la novena entrada terminó con las aspiraciones del equipo español y por primera vez en la historia del Clásico Mundial de Béisbol se verá la bandera de la República Checa lucir sus colores tras la historia de un héroe de la vida real, dentro y fuera del terreno de juego.
“No es para el más rápido la carrera y la guerra para los más fuertes” Eclesiastés 9:11.
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