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Por falsificar su edad, jugador pierde contrato millonario

Un reciente escándalo ha sacudido el mundo del beisbol, luego de que una investigación de la Major League Baseball (MLB) descubriera que un prometedor prospecto dominicano, quien había acordado verbalmente firmar con los Padres de San Diego por aproximadamente 4 millones de dólares, falsificó su edad. Este hallazgo ha llevado a la cancelación del acuerdo, según informaron fuentes a ESPN.

El jugador, conocido como Cesar Altagracia, había sido considerado uno de los mejores prospectos internacionales de su clase. El acuerdo, que se haría oficial en enero de 2027 cuando Altagracia cumpliera 16 años, se basaba en la creencia de que tenía 14 años.

Sin embargo, la investigación de la MLB reveló que en realidad tiene 19 años. Este descubrimiento se produjo después de que Altagracia representara a la República Dominicana en competiciones internacionales bajo una identidad falsa.

Hasta los momentos, ni la MLB ni los Padres de San Diego han querido hacer comentarios al respecto. Según varios reportes, la federación de beisbol de República Dominicana también se encuentra investigando el caso.

Los jugadores que son descubiertos falsificando su edad suelen enfrentar una suspensión de un año antes de poder volver a permitirles firmar. Desde la implementación de un tope de gasto en el mercado internacional en 2012, los equipos han competido ferozmente por asegurar el talento joven en la República Dominicana, a menudo llegando a acuerdos con jugadores desde los 12 o 13 años. Estos jugadores entrenan bajo la supervisión de los equipos hasta que cumplen 16 años y pueden firmar oficialmente.

No es raro que los equipos retiren acuerdos preestablecidos poco antes de la firma, ya sea por el bajo desarrollo del jugador o por cambios en la administración del equipo. La firma de jugadores amateurs ha generado una economía plagada de corrupción, sobre todo en Latinoamérica, con un aumento reciente en jugadores que presentan documentos falsificados para aparentar ser más jóvenes.

Este caso resalta los desafíos y la corrupción en el proceso de firmas internacionales, subrayando la necesidad de una mayor vigilancia y transparencia por parte de las familias, los scouts y/o representantes de los atletas.


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