Si los Angelinos de Los Ángeles mejoran su temporada, una improbable barrida de los Dodgers podría ser vista como el punto de inflexión.
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Los Ángeles, últimos en la clasificación, vencieron el domingo a los campeones defensores de la Serie Mundial por 6-4, recuperándose de un tropiezo del bullpen en las últimas entradas cuando Travis d’Arnaud conectó un jonrón solitario para romper el empate en la octava.
«Es tremendo», dijo d’Arnaud, quien también conectó un sencillo productor en la tercera entrada. «Cada partido aquí se ha sentido como un ambiente de playoffs. Todos se pasaban la batuta, teniendo buenos turnos al bate en toda la alineación».
Fue una lucha feroz en cada partido, con mucha tensión, y ganamos los tres. Es realmente especial contra los campeones del mundo del año pasado. Nos da mucha confianza de cara al futuro, saber que podemos ganarle a cualquiera.
Los Angeles (20-25) se mantienen últimos en la División Oeste de la Liga Americana, a seis juegos del líder Seattle. Su primera barrida de tres juegos sobre los Dodgers (29-18) desde 2010 les dio al menos un atisbo de esperanza de recuperarse y ser contendientes. Los Dodgers no habían sido barridos en una serie desde julio pasado en Filadelfia.
Los Angels arrasaron con el pitcheo de los Dodgers en los dos primeros juegos, bateando .307 (23 de 75) con 17 carreras, cuatro jonrones y ocho dobles. El jonrón solitario de Zach Neto y el cuadrangular de dos carreras de Taylor Ward ante Tony Gonsolin le dieron al zurdo Yusei Kikuchi una ventaja de 3-0 en la primera entrada el domingo.
Kikuchi lanzó lo suficientemente bien para ganar, permitiendo una carrera y tres hits, ponchando a siete y dando cuatro bases por bolas en 5 2/3 entradas antes de lesionarse el tobillo derecho en una colisión en primera base con Tommy Edman.
Kikuchi se marchó con una ventaja de 4-1, pero tuvo que conformarse con otro partido sin decisión después de que Shaun Anderson le permitiera un jonrón de tres carreras a Will Smith que empató el marcador 4-4 en la séptima. Kikuchi tiene marca de 0-4 a pesar de una efectividad de 3.50 en 10 aperturas.
En una tarde en la que el preparador de los Angels, Ryan Zeferjahn, y el cerrador Kenley Jansen no estaban disponibles después de lanzar en cada uno de los dos juegos anteriores, Anderson asumió el papel de preparador y cerrador.
El lanzador derecho de 30 años, que ha jugado para 10 organizaciones diferentes desde que fue seleccionado en el draft de 2016, retiró a los tres bateadores en orden en la octava y novena entrada, cerrando el juego con un ponche al MVP de la Liga Nacional 2024, Shohei Ohtani.
“Realmente nos salvó”, dijo el mánager de los Angels, Ron Washington. “Cuando entró (después de la séptima entrada), le dije que el juego era suyo. Salió al campo e hizo un buen trabajo, y terminó sacando a Ohtani para el último out del juego. Necesitábamos que hiciera exactamente lo que hizo: darnos esa distancia, y lo hizo”.
A Anderson (1-0) se le atribuyó un salvamento desperdiciado y una victoria para el bullpen que llegó al domingo con una efectividad de 7.04, la peor de las Grandes Ligas.
“Llegar aquí y barrerlos demuestra lo que tienen los Angeles, ¿sabes?”, dijo Anderson. “Es un poco difícil verlo con nuestro récord, pero estos chicos se esfuerzan a diario, la preparación, el trabajo posterior al partido, llegar temprano al campo y batear… Estos chicos quieren ganar, y se nota al entrar al vestuario. Vernos remontar y ganar los últimos tres juegos demuestra lo que podemos hacer aquí”.
