El accesorio más codiciado dentro del grupo de viajantes de los Yankees es un cinturón extragrande de cuero de color azul, adornado con tres placas doradas que identifican a su dueño como “el jugador del partido”.
Durante años, este artefacto ha sido utilizado en el dugout para reconocer las grandes actuaciones.
Cuando los Yankees sostuvieron su ceremonia de presentación después del Juego 2 de la Serie del Comodín de la Liga Americana el miércoles, el consenso era unánime acerca de quién lo merecía más: Giovanny Urshela, quien disparó un grand slam y ejecutó una doble matanza salvadora en la victoria de los Bombarderos por 10-9 sobre los Indios.
“Ése fue uno de los mejores partidos que he jugado en mi vida”, exclamó Urshela.
Sin el aporte del colombiano, existe una buena probabilidad de que los Yankees no estarían empacando sus maletas para medirse con los Rays en el sur de California en su Serie Divisional de la Liga Americana, la cual iniciará el lunes en San Diego.
“Gio fue probablemente la estrella del juego, entre muchas actuaciones claves”, elogió el piloto Aaron Boone.
La jugada que el taponero cubano Aroldis Chapman afirmó “salvó el partido” por los Yankees se dio en el octavo inning, después de que Cleveland tomara la ventaja en el marcador 9-8 mediante un sencillo remolcador del venezolano César Hernández. Chapman ponchó al dominicano José Ramírez para el primer out, el quisqueyano Carlos Santana conectó un fuerte roletazo hacia el jardín izquierdo.
Urshela reaccionó de manera inmediata, se lanzó hacia su izquierda para fildear el batazo y sentado sobre el terreno lanzó un strike al segunda base DJ LeMahieu, comenzando una doble matanza que le puso fin a la entrada. Si Urshela no hubiese atrapado ese batazo, al menos una carrea habría entrado.
“Fue una de las jugadas claves del partido”, destacó Chapman. “No es un secreto. Todos sabemos lo que Gio es capaz de hacer. Fue una jugada asombrosa”.
Urshela, quien cumplirá 29 años este mes, se ha transformado en un jugador más completo que aquel que debutó con Cleveland en el 2015. El colombiano atribuye su ascenso en la Gran Carpa a la oportunidad de jugar de manera regular tras ser subido por los Yankees el año pasado, cuando reemplazó al lesionado antesalista dominicano Miguel Andújar al principio de la campaña.
“Me siento bien diferente ahora”, aseguró Urshela. “Un jugador diferente, una mentalidad diferente. Pero la pelota sigue siendo la misma”.
Abajo en el mercador por tres carreras, los Yankees llenaron las bases en la cuarta entrada antes de que Urshela conectara una recta baja a 96.2 millas por hora y la depositara en los bleachers del jardín izquierdo para darle a Nueva York su primera ventaja en el encuentro.
“Estaba tratando de ver un lanzamiento cómodo”, relató Urshela. “Llevé la cuenta a 3-2. Traté de poner la bola en juego, tratando de conectar un elevado de sacrificio. Gracias a Dios, fue un cuadrangular”.
Se trató del primer grand slam conectado por un antesalista de los Yankees en la historia de la franquicia. Urshela se unió a Gil McDougald (1951) y a Tino Martínez (1998) como los únicos Yankees en dar un cuadrangular con bases llenas para dar la ventaja en un juego de postemporada. Urshela también agregó un sencillo en la novena entrada que ayudó a dejar la mesa puesta para el ataque decisivo.
“Cada vez que veo mi nombre en el lineup, eso es lo que trato de hacer”, indicó Urshela. “Trato de dar lo mejor de mí, trato de ayudar a mi equipo y trato de ganar cada juego”.
Fuente: Las Mayores