Indiana logró lo que parecía imposible y anularon por completo a Oklahoma en el sexto juego de las Finales de la NBA.
En un triunfo por 108 a 91 en un choque marcado por el dominio y la alta intensidad que los Pacers imprimieron al juego desde el comienzo, sacando de la cancha a Oklahoma y anulando por completo sus virtudes.
Haliburton con 14 tantos y 5 asistencias. Una actuación colectiva que demuestra la resiliencia de un equipo como Indiana, capaz de actuar al unísono, con un plan de partido ejecutado a las mil maravillas y que noqueó a los Thunder.
Los de Mark Daigneault colapsaron por completo. Su ofensiva resultó inoperativa en muchos momentos y el trabajo atrás pronto se contagió del desacierto. Shai Gilgeous-Alexander no pudo volver a coser un ataque tan desecho y falto de ideas.
Ahora Oklahoma tendrá una nueva oportunidad de cerrar la eliminatoria y proclamarse campeones de la NBA. Lo harán ante unos Pacers que han demostrado no conocer el significado del verbo «rendirse».
Por 19ª ocasión en la historia de la competición, las Finales se resolverán en un Game 7. Un escenario que ha dejado momentos memorables como el tiro de Kyrie Irving en 2016, la defensa de LeBron James en 2013, los triples de Ron Artest en 2010 o la exhibición de James Worthy en 1988.
Fuente: Externa