Lebron James mantiene una doble batalla de las finales de la NBA, por un lado la que sostiene con los Golden State Warriors y la otra es con su enemigo número uno desde el mes de Enero del 2017 con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
Desde que el magnate llego a la casa blanca, a diario tiene algún conflicto con alguna de las estrellas de los deportes y Lebron ha sido uno de los atletas que más rebelión ha demostrado contra él.
Así lo volvió a demostrar en la rueda de prensa previo al juego 3 de las finales de la NBA, cuando se le pregunto si estaba sorprendido por la cancelación de la visita de los Philadelphia Eagles a la casa blanca, despues que 10 jugadores confirmaran que no asistirían.
Lebron dijo lo siguiente. “No me extraña. Es típico de Trump. En el caso de la NBA sé que no importa quién gane la final. Nadie quiere una invitación. Ni Cleveland ni Golden State van a ir a la Casa Blanca”.
La declaración del rey de la NBA, no duro mucho en ser secundada ya que el base de los Warriors, Stephen Curry dijo que estaba convencido de la forma en que manejaron la situación el año pasado y que este año si ganan será igual.
Curry y los Golden State Warriors no asistieron a la casa blanca el año pasado.