El Real Madrid volvió a demostrar por qué es el rey del baloncesto español, al conquistar su título número 38 de Liga ACB tras barrer 3-0 al Valencia Basket en la gran final. Pero entre tanto brillo blanco, uno de los nombres que más ha relucido es el del dominicano Andrés Feliz, quien se ganó un lugar en la rotación merengue y cerró su primera campaña en la élite con broche dorado.
El «Tigre de Guachupita», tuvo una serie destacada que confirmó su valía en uno de los equipos más exigentes del baloncesto europeo. Aunque en el tercer y último partido su aportación fue más discreta (4 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias), lo hecho en los dos encuentros previos dejó huella.
Feliz fue el máximo anotador del Real Madrid en el segundo juego de la serie, con 18 puntos que impulsaron la ventaja blanca en casa. En el segundo duelo, disputado en Valencia y que se fue a tiempo extra, fue nuevamente decisivo con 14 tantos, incluyendo dos triples cruciales en la prórroga que encaminaron el triunfo madridista.
Más allá de los números, Andrés aportó energía, carácter defensivo y una mentalidad ganadora que encajó perfectamente en la maquinaria de Chus Mateo. Su adaptación fue tan rápida como efectiva, y dejó claro que no llegó a Madrid a ser un simple actor secundario, sino una pieza clave en la conquista del título.
Con esta actuación, el base dominicano no solo celebra su primer campeonato en la Liga ACB, sino que se posiciona como una figura a seguir para el futuro inmediato del Real Madrid. Su garra caribeña, su lectura del juego y su capacidad de responder en momentos de presión lo han convertido en uno de los favoritos de la afición merengue.
La temporada 2025 quedará en la memoria del Real Madrid por su dominio aplastante en la liga, pero para Andrés Feliz, también será el año que marcó su llegada al más alto nivel del baloncesto europeo.