Anthony Joshua se convertió en el campeón del mundo de los pesos pesados de la WBA, IBF y WBO al ganarle a Joseph Parker por puntos en el combate celebrado en Cardiff. La decisión de los jueces fue unánime con 118-110, 118-110 y 119-109.

El boxeador británico celebró de esa manera su victoria 21 de su carrera pero con una peculiaridad ya que por primera vez no consiguió la victoria por KO. Joshua se encontro ante un rival con mucha resistencia ya que en ningún momento pudo arrinconar a su rival.

Tras haber cumplido con este reto, el campeón olímpico de Londres 2012 podría enfrentarse al estadounidense Deontay Wilder en el futuro.

Y tal vez haga su próximo combate en suelo estadounidense para abrirse a ese mercado y tratar de consagrarse como el boxeador del momento.